MI VIDA:
Yo le dije que cuando aprendiera matematicas se iria de mi lado.
Una tarde que aprendio el desvario y demencia de los limites al infinito, con todo y diferenciales e integrales, con su formulario a un lado y el olvido del otro partió sin dejar rastro. El olvido era yo. Ella sentia la necesidad de alejarse precisamente de su primera necesidad del día, o sea yo.
Que lastima me dio que se fuera supongo que no me amaba. Nadie me ama a mi, a mí solo me admiran. Que hubiera dado yo porque me amaran mis amantes. Pero no me aman y aun asi se autodenominan amantes cuando me besan, me abrazan, me transmiten enfermedades venereas y despues me matan en un constante y casi lineal olvido.
Cuando aprendio de la vida se fué, cuando recupero la vista el ciego dejo las malas instituciones que lo mal cuidaban, el primer dia les disparo a todos los que no estaban con él y estaban. Todos se volvieron ciegos y sólo asi fue feliz. El ciego vio como todos se quedaban ciegos menos él.
No es Saramago, no lo es. Pero ahora le tengo miedo a los desvalidos, supongo que cuando aclaran su vida asesinaran de olvido a quien los regreso a la vida.
Soy olvido, no mas que olvido. Lastima por mi.
Me recuerda la pelicula de candilejas del cineasta ingles Charles Chaplin.
miércoles, 10 de junio de 2009
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1 comentario:
Te he leido poco, pero me gusta lo que escribes.
Un abrazo.
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