¿A DONDE FUERON A PARAR TODAS NUESTRAS ILUSIONES?
Verdaderamente no se que seria de la humanidad si no tuviera dentro de sí, escondidos, superpuestos, adyacentes, provisionales, otras muchas humanidades que no sólo destruyen la primera, sino que la constituyen al ampliarla, repetirla y hacerla posible de adaptación a las mas variadas circuntacias de la vida. Los sueños no son sueños, son tan sólo escondites de la realidad, apenados de ser tan grandiosos por ello se ocultan...
CONSTELACIONES
Cuento de clavos y martillos
De pronto el argumento del mundo ya no fue valido, la verdad había sido arrancada de sus raíces milenarias, sentí entonces que miles de años me tocaban las puntas de los dedos y de pronto deje de ser yo, la contemporánea, la que se la pasa matando los segundos en la computadora, la que fuma incontrolablemente, la que siempre se haya descomunalmente en un precipicio. De pronto el tiempo me invadió, sentí como si el conocimiento se redujera a un mito intrínseco, sentí cómo la relatividad de Einstain se disolvía y el tiempo me abalanzaba hacia el pasado, me perdí en tus ojos, en tus labios, me perdí entre las sangre del señor atropellado, me perdí en un laberinto y ya no hubo tiempo de volver, me extravié entre las investigaciones de Newton, me perdí, entre el estreno de Hamlet de
Shakespeare, entre el estreno de la obra de Balzac.
Me perdí, porque entre tanta inmensidad, aquel horizonte se transformo en tiempo, tiempo en piedras y fue así como caí accidentalmente a un enorme hueco, el tiempo se transformo en pesadas piedras que poco a poco fueron sepultándome.
Mire sus ojos, ella miro los míos, no era para mi, ni ella tampoco era lo que esperaba de la vida, pero aquel viento de Agosto y esa lluvia que a ratos no se sentía tan intensa, nos envolvía de pronto en un abismo. La dirección que tomaba curso era lo que precisamente años atrás debió haber sido un volcán. Un volcán con lava volcánica inconclusa, oro fundido, de lo que debió haber sido la punta del inicio del mundo, ahí donde el universo comenzó, y después algún dia atrás desapareció y en lugar de ello están los cimientos de un enorme edificio. Observe los mundos me rendí ante ellos, me rendí ante el tiempo, me rendí ante la instantaneidad de los verdaderos segundos, de sus milésimas, me rendí ante los rostros ocultos, de las mascaras, de todos lo que trataron de averiguar el origen de mi locura.
Hubo una pausa, la lluvia poco a poco iba disminuyendo, me sentí con ganas de regresar, ahí estaba yo, dormida con los brazos abiertos, reconociendo a la muerte, charlando con ella, ella me decía frases deliciosas, yo las tomaba, ella se las quedaba y después me dejo ir, me dejo salir de aquella alberca veinte años atrás, donde por poco termino mis días ahogada.
Ahí estaba yo, acostada en la punta de la pirámide del sol, con aquella mujer a mi lado, nuevamente volvimos a reencontrarnos después de miles y miles de años en los que la cultura Teotihuacana se levanto, justo antes del conquistador, justo antes de que todo se lo devorara el espiral capitalista.
Nada volverá a ser igual….-Me decía la mujer lamentándose- Si te deje ir aquella vez es porque tenia ganas de liberar un pequeño capullo de estrella lunar-
-Vos debes conocer la luna-
¿Conoces la luna? –Preguntaba la mujer-
Cerré mis ojos, ahora llevaba puesto un pantalón color azul, horas atrás había fumado tremendas bocanas de cigarrillo, ahora era libre de todo, libre de alguna infidelidad, huí, de pronto de aquel sacrificio.
Shakespeare, entre el estreno de la obra de Balzac.
Me perdí, porque entre tanta inmensidad, aquel horizonte se transformo en tiempo, tiempo en piedras y fue así como caí accidentalmente a un enorme hueco, el tiempo se transformo en pesadas piedras que poco a poco fueron sepultándome.
Mire sus ojos, ella miro los míos, no era para mi, ni ella tampoco era lo que esperaba de la vida, pero aquel viento de Agosto y esa lluvia que a ratos no se sentía tan intensa, nos envolvía de pronto en un abismo. La dirección que tomaba curso era lo que precisamente años atrás debió haber sido un volcán. Un volcán con lava volcánica inconclusa, oro fundido, de lo que debió haber sido la punta del inicio del mundo, ahí donde el universo comenzó, y después algún dia atrás desapareció y en lugar de ello están los cimientos de un enorme edificio. Observe los mundos me rendí ante ellos, me rendí ante el tiempo, me rendí ante la instantaneidad de los verdaderos segundos, de sus milésimas, me rendí ante los rostros ocultos, de las mascaras, de todos lo que trataron de averiguar el origen de mi locura.
Hubo una pausa, la lluvia poco a poco iba disminuyendo, me sentí con ganas de regresar, ahí estaba yo, dormida con los brazos abiertos, reconociendo a la muerte, charlando con ella, ella me decía frases deliciosas, yo las tomaba, ella se las quedaba y después me dejo ir, me dejo salir de aquella alberca veinte años atrás, donde por poco termino mis días ahogada.
Ahí estaba yo, acostada en la punta de la pirámide del sol, con aquella mujer a mi lado, nuevamente volvimos a reencontrarnos después de miles y miles de años en los que la cultura Teotihuacana se levanto, justo antes del conquistador, justo antes de que todo se lo devorara el espiral capitalista.
Nada volverá a ser igual….-Me decía la mujer lamentándose- Si te deje ir aquella vez es porque tenia ganas de liberar un pequeño capullo de estrella lunar-
-Vos debes conocer la luna-
¿Conoces la luna? –Preguntaba la mujer-
Cerré mis ojos, ahora llevaba puesto un pantalón color azul, horas atrás había fumado tremendas bocanas de cigarrillo, ahora era libre de todo, libre de alguna infidelidad, huí, de pronto de aquel sacrificio.
Tengo la impresión de que años, miles de años atrás, el mismo dia quizás , a la misma hora, en tiempo y espacio yo había estado allí , sentí la necesidad de reencontrarme con mi verdadero pasado antes de partir a la luna.
Todo el tiempo se retrasa… Fijo los pasos al revés, me voy hacia la sala, me siento en la silla de la abuela recientemente fallecida, después salgo por la puerta, atravieso a espaldas la ciudad, me subo al automóvil de Valeria, le doy un beso, casi como si hubiese sido un saludo y no una despedida, platicamos, no me alejo de ella, algo anda mal, el tiempo se ha retrasado, fijo la mirada en mi reloj de pulsera, pero este corre al revés, la gente, el mundo, se mueve al revés.
El hombre que encontramos muerto en la avenida no muere, se queda mirándome fijamente, quiero avisarle que cuando el tiempo regrese en si, el va a morir, y entonces tomare el celular y llamare a la ambulancia.
Nada pasa, mis amigas se besan, cantamos al revés, la música que finaliza pero ahora, en este instante ha comenzado, el tiempo ha regresado, recordamos la primaria, estamos en la primaria, somos unas niñas aun no sabemos de nosotras, para estos segundos somos unas extrañas, algún dia nos conoceremos, pero algún dia nos miraremos por primera vez a los ojos…Seguimos en el auto, comemos pizza, dormimos, comemos nuevamente pizza, llegó tarde a la cita, siempre llegó tarde, camino por la calle viajo en metro, después me vuelvo niña, he vuelto a nacer, siento ese estado de la materia inadvertido, recuerdo haber escuchado en el vientre materno alguna platica sobre la chica que se suicido en el cinematógrafo, como fue que aquel miércoles de ceniza la pantalla quedo manchada de sangre, justo en la escena donde en fabuloso actor Anthony Queen, baila el rito griego de Zorba.
El cinematógrafo se me viene a la mente, soy un feto no lo comprendo, el tiempo marcha hacia atrás, recuerdo haber vivido algo así, recuerdo muchas veces haber estado en este ambiente acuoso, llamado vientre, recuerdo que mis padres fueron otras muchas cosas atrás antes de ser mis padres.
Mi madre las horas, mi padre los segundos, somos tiempo querida Elisa, somos tiempo encarnizado.
Todo mundo se pregunta que hay después la muerte, sin embargo para el tiempo bipolar, es tan sólo el que viaja hacia atrás. Yo debería preguntarme que hay antes de la vida, que somos, por que somos mortales, por que somos débiles.
Lo voy descubriendo, lo voy descubriendo, lo voy descifrando, lo voy entendiendo…
El ambiente acuoso se ha transformado, somos una serie de transformaciones, ahora veo una luz, pequeñita, dos luces quizás me encuentro fuera de la tierra pareciera que es el universo, soy una luz que viaja de un planeta a otro, de una constelación de estrellas a otra, soy parte de una estrella, la estrella explota…
Todo sucede justo cuando abro la puerta del auto.
Pero antes, antes de, antes de la estrella, antes de todo…
Antes de todo eso, no era luz, era una partícula que vivía impaciente por despegar de este mundo.
Antes de la luz, antes del movimiento, antes del silencio. Antes de la evolución ¿Qué era lo que había?
¿Qué habitaba antes de todo?
Una vida, la otra, miles de vidas, me lo explicaba un tipo….
El otro lado, la otra vida, esta vida no, la de antes, la de mucho antes, la de tiempo atrás muy atrás.
Antes de la luz eras tiempo…-Decía el tipo, mientras su alma se quedaba sentada en una banqueta, fijando su mirada en la ambulancia que se alejaba con todos sus ruidos urbanos-
Tiempo soy, tiempo he sido siempre, tiempo incontable, tiempo infinito.
El tiempo infinito me causa un dolor interminable, yo era el infinito, todos hemos diso infinitos, adiós infinito, adiós infinito, vida sin dolor, la vida que sólo avanza en silencio hasta la circunstancia de vida más cercana, eso soy yo, soy tan sólo un pedazo de tiempo que ahora ha sido luz, después se convirtió debido al movimiento en el cuantió de alguna estrella, surge una explosión, soy dispersada de mi hábitat, una refugiada de luz y tiempo, no hay leyes, no hay guerras, no hay mundos, nuevamente soy la viajera en busca de felicidad, soy la viajera que aprendió a huir, siempre huir hacia rumbos desconocidos hacia rumbos con miles de salidas, infinitas salidas de soledad, siempre sola, caminando en un tiempo sin marcas.
Regreso al ambiente acuso, una enorme manguera hace que succione alimento, veo una luz no como la del universo entero, no lo que fui anteriormente, ahora es un luz artificial, una luz solamente, veo un pedazo enorme de carne, un gigante trata de devorarme: es una mano, la mano del medico que me saca de la superficie, nazco de pronto, lloro al nacer, no me gusta este espacio después de haber sido luz, un cuantió, en fin, nada puede hacerse, el tiempo bipolar sigue avanzando.
Escucho las primeras notas musicales, me enamoro de la música clásica, de las matemáticas de las explicaciones científicas, de la filosofía.
Sigo en esta vida, leí en un periódico el descubrimiento del ADN, me descubro a mi misma, entiendo algunas modificaciones de la teoría de Albert Einstain, la historia es modificada, veo muertes intrínsecas, veo sangre, como nunca antes en mi vida había visto; veo rostros de sufrimientos en Irak, un bombazo, el otro, sangre, cadáveres, muerte, ¿Hacia donde irán todos ellos? ¿Acaso se transformaran en estrellas? El cielo esta poblado de muerte, pues la materia se trasforma y todo justo se encuentra en la congregación de una estrella y el alineamiento de estas: Una constelación
Disfruto la niñez, juego, pinto lo que se me da la gana, invento un mundo caleidoscópico, encierro a mi hermana en el baño la escucho chillar, no importa, ya creceremos.
Llega la adolescencia, ha zarpado a tierra firme el buque de los esplendores, me enamoro por primera vez, me enamoro de Lizbeth Lopez Serrato, me enamoro en la clase de ingles, no dejo de admirar sus rizos que caen religiosamente por sus hombros.
Yo la amo, el estomago se me hace bolas, me siento mareada, me siento reconfortante ante su mirada, nos amamos, ella me ama a mi, yo la amo a ella, somos felices imaginando el futuro, pensado en hacer avanzar el tiempo, no sabiendo que todo esto es producto de tiempo corriendo hacia atrás, siempre hacia atrás, esto ya lo he vivido, es lo que siempre digo, esto ya lo he vivido decía de pronto y diré de pronto.
Subo al automóvil de Valeria, cantamos, reímos, observo al hombre que miles de años atrás me miro, en la misma época, en la era de la globalización, la del Internet.
El hombre ha asido atropellado, ya no me mira más, esta muerto, despide su alma al infinito
El hombre levanta la mano y con un gesto dulce despide a la vida, el aire lo desaparece en segundos, la sangre sigue en el asfalto, ha formado una constelación.
En el cadáver del hombre se nota una evidente soledad, nos paramos en seco, esperamos a que llegue la ambulancia, suben al hombre, se lo llevan y entonces la ambulancia se lleva otra historia, yo sigo la mía, la propia, seguimos en el auto, cantamos, reímos, nos detenemos en una gasolinera.
Esto ya me había pasado –Pienso de pronto-
Me despido de ella, le doy un beso en la boca, es la despedida. –Cierro la puerta del auto- El automóvil avanza, como la ambulancia, como el tiempo, como el filme de Zorba, como Nahomi, yéndose hacia la avenida de los insurgentes, como la sed de vivir, como el tiempo y entonces las estrellas se alinean en el cielo formando irremediablemente a Centaurus.
Todo el tiempo se retrasa… Fijo los pasos al revés, me voy hacia la sala, me siento en la silla de la abuela recientemente fallecida, después salgo por la puerta, atravieso a espaldas la ciudad, me subo al automóvil de Valeria, le doy un beso, casi como si hubiese sido un saludo y no una despedida, platicamos, no me alejo de ella, algo anda mal, el tiempo se ha retrasado, fijo la mirada en mi reloj de pulsera, pero este corre al revés, la gente, el mundo, se mueve al revés.
El hombre que encontramos muerto en la avenida no muere, se queda mirándome fijamente, quiero avisarle que cuando el tiempo regrese en si, el va a morir, y entonces tomare el celular y llamare a la ambulancia.
Nada pasa, mis amigas se besan, cantamos al revés, la música que finaliza pero ahora, en este instante ha comenzado, el tiempo ha regresado, recordamos la primaria, estamos en la primaria, somos unas niñas aun no sabemos de nosotras, para estos segundos somos unas extrañas, algún dia nos conoceremos, pero algún dia nos miraremos por primera vez a los ojos…Seguimos en el auto, comemos pizza, dormimos, comemos nuevamente pizza, llegó tarde a la cita, siempre llegó tarde, camino por la calle viajo en metro, después me vuelvo niña, he vuelto a nacer, siento ese estado de la materia inadvertido, recuerdo haber escuchado en el vientre materno alguna platica sobre la chica que se suicido en el cinematógrafo, como fue que aquel miércoles de ceniza la pantalla quedo manchada de sangre, justo en la escena donde en fabuloso actor Anthony Queen, baila el rito griego de Zorba.
El cinematógrafo se me viene a la mente, soy un feto no lo comprendo, el tiempo marcha hacia atrás, recuerdo haber vivido algo así, recuerdo muchas veces haber estado en este ambiente acuoso, llamado vientre, recuerdo que mis padres fueron otras muchas cosas atrás antes de ser mis padres.
Mi madre las horas, mi padre los segundos, somos tiempo querida Elisa, somos tiempo encarnizado.
Todo mundo se pregunta que hay después la muerte, sin embargo para el tiempo bipolar, es tan sólo el que viaja hacia atrás. Yo debería preguntarme que hay antes de la vida, que somos, por que somos mortales, por que somos débiles.
Lo voy descubriendo, lo voy descubriendo, lo voy descifrando, lo voy entendiendo…
El ambiente acuoso se ha transformado, somos una serie de transformaciones, ahora veo una luz, pequeñita, dos luces quizás me encuentro fuera de la tierra pareciera que es el universo, soy una luz que viaja de un planeta a otro, de una constelación de estrellas a otra, soy parte de una estrella, la estrella explota…
Todo sucede justo cuando abro la puerta del auto.
Pero antes, antes de, antes de la estrella, antes de todo…
Antes de todo eso, no era luz, era una partícula que vivía impaciente por despegar de este mundo.
Antes de la luz, antes del movimiento, antes del silencio. Antes de la evolución ¿Qué era lo que había?
¿Qué habitaba antes de todo?
Una vida, la otra, miles de vidas, me lo explicaba un tipo….
El otro lado, la otra vida, esta vida no, la de antes, la de mucho antes, la de tiempo atrás muy atrás.
Antes de la luz eras tiempo…-Decía el tipo, mientras su alma se quedaba sentada en una banqueta, fijando su mirada en la ambulancia que se alejaba con todos sus ruidos urbanos-
Tiempo soy, tiempo he sido siempre, tiempo incontable, tiempo infinito.
El tiempo infinito me causa un dolor interminable, yo era el infinito, todos hemos diso infinitos, adiós infinito, adiós infinito, vida sin dolor, la vida que sólo avanza en silencio hasta la circunstancia de vida más cercana, eso soy yo, soy tan sólo un pedazo de tiempo que ahora ha sido luz, después se convirtió debido al movimiento en el cuantió de alguna estrella, surge una explosión, soy dispersada de mi hábitat, una refugiada de luz y tiempo, no hay leyes, no hay guerras, no hay mundos, nuevamente soy la viajera en busca de felicidad, soy la viajera que aprendió a huir, siempre huir hacia rumbos desconocidos hacia rumbos con miles de salidas, infinitas salidas de soledad, siempre sola, caminando en un tiempo sin marcas.
Regreso al ambiente acuso, una enorme manguera hace que succione alimento, veo una luz no como la del universo entero, no lo que fui anteriormente, ahora es un luz artificial, una luz solamente, veo un pedazo enorme de carne, un gigante trata de devorarme: es una mano, la mano del medico que me saca de la superficie, nazco de pronto, lloro al nacer, no me gusta este espacio después de haber sido luz, un cuantió, en fin, nada puede hacerse, el tiempo bipolar sigue avanzando.
Escucho las primeras notas musicales, me enamoro de la música clásica, de las matemáticas de las explicaciones científicas, de la filosofía.
Sigo en esta vida, leí en un periódico el descubrimiento del ADN, me descubro a mi misma, entiendo algunas modificaciones de la teoría de Albert Einstain, la historia es modificada, veo muertes intrínsecas, veo sangre, como nunca antes en mi vida había visto; veo rostros de sufrimientos en Irak, un bombazo, el otro, sangre, cadáveres, muerte, ¿Hacia donde irán todos ellos? ¿Acaso se transformaran en estrellas? El cielo esta poblado de muerte, pues la materia se trasforma y todo justo se encuentra en la congregación de una estrella y el alineamiento de estas: Una constelación
Disfruto la niñez, juego, pinto lo que se me da la gana, invento un mundo caleidoscópico, encierro a mi hermana en el baño la escucho chillar, no importa, ya creceremos.
Llega la adolescencia, ha zarpado a tierra firme el buque de los esplendores, me enamoro por primera vez, me enamoro de Lizbeth Lopez Serrato, me enamoro en la clase de ingles, no dejo de admirar sus rizos que caen religiosamente por sus hombros.
Yo la amo, el estomago se me hace bolas, me siento mareada, me siento reconfortante ante su mirada, nos amamos, ella me ama a mi, yo la amo a ella, somos felices imaginando el futuro, pensado en hacer avanzar el tiempo, no sabiendo que todo esto es producto de tiempo corriendo hacia atrás, siempre hacia atrás, esto ya lo he vivido, es lo que siempre digo, esto ya lo he vivido decía de pronto y diré de pronto.
Subo al automóvil de Valeria, cantamos, reímos, observo al hombre que miles de años atrás me miro, en la misma época, en la era de la globalización, la del Internet.
El hombre ha asido atropellado, ya no me mira más, esta muerto, despide su alma al infinito
El hombre levanta la mano y con un gesto dulce despide a la vida, el aire lo desaparece en segundos, la sangre sigue en el asfalto, ha formado una constelación.
En el cadáver del hombre se nota una evidente soledad, nos paramos en seco, esperamos a que llegue la ambulancia, suben al hombre, se lo llevan y entonces la ambulancia se lleva otra historia, yo sigo la mía, la propia, seguimos en el auto, cantamos, reímos, nos detenemos en una gasolinera.
Esto ya me había pasado –Pienso de pronto-
Me despido de ella, le doy un beso en la boca, es la despedida. –Cierro la puerta del auto- El automóvil avanza, como la ambulancia, como el tiempo, como el filme de Zorba, como Nahomi, yéndose hacia la avenida de los insurgentes, como la sed de vivir, como el tiempo y entonces las estrellas se alinean en el cielo formando irremediablemente a Centaurus.
Carolina Bang dice -Prestame un clavo y un martillo para clavar poco a poco y a paso cansado toda nuestra constelación de sueños.
Se hace mutis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario