Caundo era niña me pregunto una mujer desconocida:
¿Que quieres ser cuando seas grande?
Subitamente me lleve la mano derecha a la cabeza y la rasque como si en el acto demoliera a uña y craneo todas las dudas. En esos tiempos acababa de contraer el tradicional mal de piojos por cierto.
Uno de esos artesanales piojos poetas, saltó subitamente a la calle y la señora se hecho para atras asustada.
No hice caso cuando mi huesped salto y segui pensando que me gustaria ser cuando fuera grande, pense - Malditos adultos estupidos- Quizas podria ser ciclista, escritora, vagabunda; Me encogi de hombros y acto seguido recorde una palabra que habia escuchado decir a mi madre ayer por la noche entonces dije sin más miramentos.
Quiero ser puta.
La señora se me quedo viendo fijamente a los ojos, las pupilas grises de la doña comenzaron a tomar una coloración acaramelada que a ratos comenzaba a oscurecerse hasta perder la forma y la delineación de sus propios ojos. La señora preguntona comenzo a experimentar eso que nuestro querido Juan Luis Guerra llamó "La bulirrubina"
Una mueca se mostro de pronto en la mirada casi diabolica de aquella chiquilla (Narra Alexa diez años más adelante)
La señora se fue andando hasta el corredor que daba justo a la entrada del mercado, yo segui mi camino hacia la primaria, sin ganas de estudiar. En el camino iba pensando que quizas ser una puta era casi lo mismo que un poeta, la unica diferencia es que una abre las piernas para escribir versos y el otro el corazón.
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