La noche es pesada y casi eterna.
Hoy me siento niña de nuevo.
Hoy mi amor se extiende y se inquieta.
Desde hoy empiezan mis ansias
Que se arrastran...
Por tu piel que es geografía.
Por tu sangre que es savia y es agua.
Por tus ojos que son luz de luna y de sol.
No puedo, no quiero esperar más
Para llenarme las manos
La boca y los párpados
Para saciarme de tus cosas tan cálidas.
Soy como el ave
Que se desliza en tu cielo
Así, cuando me acuesto
Y aplasto la tierra y el viento oloroso a árbol
Y me clavo, justo en tu centro
En tu tierra y en tu aire caliente
Sumergiendo raíces,
lejos de superficies
Me apodero de ti
Con uñas rasgo tus formas
Y dejo mis marcas
Y me abro caminos entre laderas y ríos
Entre cercas y montes
Entre mar y playa, entre mi casa
Entre tanto... tanto verde y tanto café
Nunca me aguanto las ganas
De correr tras de ti y tras del sol
Que te cae sutilmente como en tu espalda
Y como en mis ojos
Cuando te rindes y mueres pequeñamente
En una tarde cansada y soñolienta.
Y es ahí, que me guindo de tus nubes
Y me trago las últimas luces
Y me mezo en tu vientre
Tan lleno de colores
Y tan lleno de mis cosas.
Alimentas y das vida como madre fértil.
En ti nacen mil aventuras y otros sueños
Aunque lejos, desde aquí te siento
Y te atrapo y te tocoDe lado a lado, de norte a sur
Sin prisas pero con afán
Y con estas ansias
Que desde hoy empiezan.
Y ya no puedo seguir porque una soledad melancolica y colerica comienza a invadir mi pobre ser.
viernes, 25 de abril de 2008
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