Fragmento de un pasado....
Para romper el hilo, es necesario, en ocasiones, amar a la locura en un espacio de oscuridad deslumbrante, convertirse en un loco terriblemente libre.
Sus ojos eran claros y dulces, su mirada poseía un encanto abismal a la mirada de cualquier penoso observador, pues representaba el más íntimo deseo de amarla por encima tiempo. Sus labios de cafés a rojos delineaban una luna menguante bellísima, magnifica, pero a la vez irracional, maniática y alucinatoria. Su cabello era tal cual largo y hondo, sus dedos acariciando aquellas mechas celestiales, bloqueaban el corazón de los observadores. Matilde casi siempre portaba un suetercito azul de lana y unos pantalones desgastados que arropaban el cuerpo hermoso y fructífero de la figura de niña que a ratos se convertía en mujer.
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